Jueves 23 Mayo 2019

Dev. 23

*Nuestro puente hacia Dios*

*Juan 14:1-6 No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. 2 En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. 3 Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis. 4 Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino. 5 Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino? 6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.*

*EL SEÑOR JESÚS HACE UNA CLARA,* poderosa e inequívoca declaración en Juan 14:6: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”.

La gente ha rechazado esa declaración por más de 2.000 años. Algunos dicen que el Señor Jesús no lo dijo literalmente, mientras que otros rechazan su autoridad para decir tal cosa. Pero, como creyentes en el señorío de Cristo, debemos creer que es verdad lo que Él dice. Por tanto, pensemos un momento en la imagen verbal de ese versículo.

Cuando el Señor Jesús dice ser “el camino”, muchos piensan en una calle de un solo sentido. Saben que hay muchas calles, pero Él es la única que lleva al Padre. Es una buena imagen, pero pienso que podemos hacer un mejor análisis.

Me gusta pensar en el Señor Jesús, no como un camino, sino como un puente, nuestro puente hacia Dios. Consideremos la advertencia del apóstol Pablo en Romanos 3:23: “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”. La imagen aquí es la de un gran abismo entre Dios y nosotros que nos impide llegar a Él.

Entonces, ¿cómo hacerlo? La única manera es por medio de un puente, de un canal que nos dirija sin desvíos, ¡por supuesto! Eso es el Señor Jesús para nosotros; nunca podremos estar en mejores manos que en las de nuestro Señor. Él está en el medio para permitirnos cruzar con seguridad hasta los amorosos brazos del Padre celestial.

Medite en esta imagen mental. Cuando nos imaginamos impotentes y perdidos, con un cielo lejos de nuestro alcance por la gran división que nos separa, podemos apreciar de verdad el poder de la cruz.

*Devocionales del Dr. Charles F. Stanley*

Regreso a la lista de eventos